Las selvas y bosques de la sierra de Santa Marta están poblados por entidades que aparecen en los arroyos y lagos, las cuevas, las cascadas, los caminos, la milpa… sólo pueden percibir su existencia aquellos para quienes esas entidades son parte del mundo. Se trata de una cosmovisión, una manera de organizar la realidad, una forma de explicar la vida, la muerte, la existencia o la persona, del mismo modo en que los occidentales construyen el suyo basados en la racionalidad de la ciencia y la moral de la religión o como los budistas construyen su realidad con base en la reencarnación y la noción ético-moral de karma. El territorio de los popolucas y los nahuas está poblado no sólo de Chanekes sino de seres misteriosos y fugaces. Los siguientes mapas presentan algunas percepciones espaciales de ubicación de entidades. Aunque estas entidades se registran en toda la zona popoluca, el sitio de referencia para estos ejemplos –excepto en el caso de la Tzitzime- es en el área de la comunidad de Ocotal Grande, municipio de Soteapan (recuadro negro).