1.- El cambio climático es un tema de indudable presencia como factor de riesgo ecosistémico y para las poblaciones humanas. Un primer acercamiento a este concepto sobre el que nos .. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), en su artículo 1, define el cambio climático como “cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera global y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables”. La CMNUCC diferencia, pues, entre el cambio climático atribuible a las actividades humanas que alteran la composición atmosférica y la variabilidad climática atribuible a causas naturales. (IPCC, 2014: 176). La variabilidad climática, sería la variación del estado del clima identificable (por ejemplo, mediante pruebas estadísticas) en las variaciones del valor medio y/o en la variabilidad de sus propiedades, que persiste durante largos períodos de tiempo, generalmente decenios o períodos más largos. Contribuyen a ella, procesos internos naturales o a forzamientos externos tales como modulaciones de los ciclos solares, erupciones volcánicas cambios, persistentes de la composición de la atmósfera.
Gran importancia hatenido el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) creado en 1988 (IPCC, 2016); en sus informes presenta evidencia científica sobre la influencia antrópica, que alcanza el 95%: el calentamiento global es una realidad, hay evidencia científica de que “la atmósfera y el océano se han calentado, los volúmenes de nieve y hielo han disminuido, el nivel del mar se ha elevado y las concentraciones de gases de efecto invernadero han aumentado” (IPCC, 2013:v,4). De allí derivan cambios en el patrón de lluvias, aumento de temperaturas, disminución del número de días más fríos y aumento en frecuencia y duración de los periodos cálidos, mayor frecuencia de eventos hidroclimáticos extremos, como sequías o huracanes; así como cambios en la fenología de plantas, que puede tener como consecuencia alteraciones no sólo a nivel de ecosistemas, sino también en la productividad de los cultivos afectando a nivel económico y de salud de manera desigual a lo largo del planeta, reduciéndose la productividad hasta el 50% en las zonas tropicales y secas( Barrasa García 2017).
El último informe de IPCC 2020, destaca que:
a.-¨El calentamiento ha provocado un aumento de la frecuencia, la intensidad y la duración de los eventos relacionados con el calor, incluidas las olas de calor14 en la mayoría de las regiones terrestres (nivel de confianza alto). La frecuencia e intensidad de las sequías ha aumentado en algunas regiones (incluido el Mediterráneo, Asia occidental, muchas partes de América del Sur, gran parte de África y el noreste de Asia) (confianza media) y ha habido un aumento en la intensidad de las precipitaciones intensas. eventos a escala global (confianza media).
b.-Las observaciones satelitales han mostrado un enverdecimiento de la vegetación durante las últimas tres décadas en partes de Asia, Europa, América del Sur, América del Norte central y el sureste de Australia. Las causas del enverdecimiento incluyen combinaciones de una temporada de crecimiento prolongada, deposición de nitrógeno, fertilización con dióxido de carbono (CO2 ) y gestión de la tierra (nivel de confianza alto). Se ha observado un oscurecimiento de la vegetación en algunas regiones, incluido el norte de Eurasia, partes de América del Norte, Asia central y la cuenca del Congo, principalmente como resultado del estrés hídrico (nivel de confianza medio). A nivel mundial, el enverdecimiento de la vegetación se ha producido en un área mayor que el pardeamiento de la vegetación
c.- La frecuencia y la intensidad de las tormentas de polvo han aumentado en las últimas décadas debido al uso de la tierra y los cambios en la cobertura de la tierra y a factores relacionados con el clima en muchas áreas de tierras secas que tienen como resultado un impacto negativo creciente en la salud humana, en regiones como la Península Arábiga y en general Oriente Medio, Asia Central.
d.- En algunas áreas de tierras secas, el aumento de la temperatura del aire en la superficie de la tierra y la evapotranspiración y la disminución de la cantidad de precipitación, en interacción con la variabilidad climática y las actividades humanas, han contribuido a la desertificación. Estas áreas incluyen África subsahariana, partes de Asia central y oriental y Australia.
e.- El cambio climático ya ha afectado la seguridad alimentaria debido al calentamiento, los patrones cambiantes de las precipitaciones y la mayor frecuencia de algunos eventos extremos (confianza alta). Los estudios que separan el cambio climático de otros factores que afectan el rendimiento de los cultivos han demostrado que los rendimientos de algunos cultivos (por ejemplo, maíz y trigo) en muchas regiones de latitudes más bajas se han visto afectados negativamente por los cambios climáticos observados, mientras que en muchas regiones de latitudes más altas, los rendimientos de algunos cultivos (por ejemplo, maíz, trigo y remolacha azucarera) se han visto afectados positivamente en las últimas décadas (nivel de confianza alto). El cambio climático ha dado lugar a tasas de crecimiento animal y productividad más bajas en los sistemas pastoriles de África (nivel de confianza alto). Hay pruebas sólidas de que las plagas y enfermedades agrícolas ya han respondido al cambio climático, lo que ha provocado tanto un aumento como una disminución de las infestaciones (nivel de confianza alto). Basado en el conocimiento indígena y local, el cambio climático está afectando la seguridad alimentaria en las tierras secas, particularmente en las de África y en las regiones de alta montaña de Asia y América del Sur.
2.- En este contexto a nivel nacional, En 2015, el grupo de especialistas en cambio climático, con la participación de SEMARNAT, SEGOB, IUCN, aportó recomendaciones ligadas a una agenda que cubría escenarios hasta 2030 a diversas escalas de complejidad (SEMARNAT-SEGOB-IUCN 2015). Por otra parte, la Ley de cambio climático (06/06/2012) y sus reformas del 02/04/2015, 13-07-2018 regresan sobre puntos clave en los que se inserta esta propuesta como acciones para reducir la vulnerabilidad de la sociedad y los ecosistemas frente a los efectos del cambio climático y fortalecer la resiliencia. A partir de estos y otros documentos nacionales e internacionales se elaboraría el Plan Estratégico de Cambio climático 2013-2018. Además el 6 de junio de 2019 se presentó en reunión un balance de la Evaluación de la estrategia subnacional de la política nacional de cambio climático (INECC 2018).
Y a nivel de Estado tenemos la última reforma a la Ley estatal de mitigación y adaptación al cambio climático generada el 2 de julio de 2013. Además entre otros instrumentos jurídicos y de planeación se destacan: lineamientos para elaboración de agendas climáticas sectoriales (Gaceta oficial Estado de Veracruz 2017), lineamientos para la elaboración de planes de acción climática municipal PACMUN (Gaceta oficial Estado de Veracruz 2018), el Inventario estatal de gases de efecto invernadero (2010), el reporte técnico Informe final México Low Emissions Development Program (2014), el reporte Plan estratégico para el desarrollo sustentable de las energías renovables para Veracruz (2014) entre otros. En este contexto además, el enfoque de estrategias basadas en comunidades y en ecosistemas para fortalecer los procesos de adaptación al cambio climático y la resiliencia son claves (CONANP 2015, Sánchez y Reyes 2015).
Contribuciones previstas nacionalmente determinadas
Las Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional (INDC, por sus siglas en inglés) constituyen los esfuerzos de los países que son parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y que proponen realizar para cumplir con el objetivo global de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a un nivel de no aumentar la temperatura del planeta por encima de los 2°C ( INECC 2016).
Las Contribuciones fueron puestas a negociación en la Conferencia de las Partes (COP 21) que tendrá lugar en París en diciembre de 2015, para ser aprobadas oficialmente y así poner a todas las naciones en la vía de un futuro sostenible. Presentando ante dicha Convención, las contribuciones que cada país llevará a cabo para hacer frente al cambio climático con una preparación oportuna y bien informada, que funcionen como punto de partida para incrementar las acciones que contribuyan a reducir las emisiones. Las Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional surgen de acuerdos planteados como parte de la Conferencia de las Partes (COP 19) celebrada en Varsovia en el 2013, donde se invitó a las Partes de la Convención a iniciar o intensificar, así como a comunicar sus acciones que llevarán a cabo a nivel nacional para reducir sus emisiones de gases efecto invernadero.
Las Partes presentan sus contribuciones acorde a sus respectivos niveles de preparación técnica y conforme al tipo de contribución elegida. En este contexto, el contenido de una INDC depende de procesos nacionales, las prioridades, circunstancias y capacidades de cada país dentro del marco global hacia una baja emisión de gases de efecto invernadero.
Los países pueden especificar el tipo de apoyo que proporcionarán a otros países o sus necesidades de apoyo internacional; por ejemplo, en materia de financiación, tecnología o desarrollo de capacidades para la implementación de medidas de mitigación y adaptación que vayan más allá de las que ellos financian con sus propios recursos.
Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional
México fue el primer país en desarrollo en presentar sus Contribuciones Previstas y determinadas a Nivel Nacional ante la CMNUCC. El gobierno federal construyó las contribuciones en base a la actualización del Inventario Nacional de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero de 2013. Los compromisos que está asumiendo México se apegan a los objetivos y prioridades establecidas en la Ley General de Cambio Climático, así los acuerdos asumidos en la convención. La Contribución de México contiene dos componentes, uno de mitigación y otro de adaptación. El componente de adaptación contempla dos tipos de medidas: las no condicionadas, que se refieren a aquellas que el país puede solventar con sus propios recursos, y las medidas condicionadas, que requieren del establecimiento de un nuevo régimen internacional de cambio climático en el cual México pudiera obtener recursos adicionales y lograr mecanismos efectivos de transferencia de tecnología.
Contribuciones de adaptación para el periodo 2020-2030 de México México incluye un componente de adaptación con compromisos no condicionados y condicionados al 2030. La prioridad de estas acciones es proteger a la población de los efectos del cambio climático, como son los fenómenos hidrometeorológicos extremos y, de manera paralela, aumentar la resiliencia de la infraestructura estratégica del país y de los ecosistemas que albergan nuestra biodiversidad y nos proveen de importantes servicios ambientales. Mejorar los sistemas de alerta temprana, y tender a la reducción con cero deforestación, así como mejorar la regulación de las fuentes fijas y móviles de emisión de GEI.
Estrategia de adaptación no condicionada y condicionada según la INDC de México.
Fuente: INECC(2016).Contribuciones previstas nacionalmente determinadas y no determinadas.
El componente de adaptación de la INDC se construyó tomando en cuenta el enfoque de equidad de género y de derechos humanos. Considera de manera prioritaria las sinergias entre acciones de adaptación y mitigación, así como acciones concretas que el país llevará a cabo en el periodo 2020-2030 en los siguientes tres temas:
1. Adaptación del sector social ante el cambio climático.
2. Adaptación basada en ecosistemas.
3. Adaptación de la infraestructura estratégica y de los sistemas productivos.
3.- Marco de Servicios climáticos
Los servicios climáticos son fundamentales para permitir a las instancias decisorias locales y nacionales el mantenimiento y la mejora de la resiliencia habida cuenta del aumento en frecuencia e intensidad de episodios de tiempo y clima extremos debidos al cambio climático. Mejorar la disponibilidad de acceso y uso de los servicios climáticos resulta indispensable para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, las prioridades para la acción del Marco de Sendái para la Reducción del Riesgo de Desastres, el Acuerdo de París de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y otros marcos normativos inter- nacionales. Los servicios climáticos son también de vital importancia para la implementación de medidas efectivas de mitigación y adaptación al clima y para impulsar la transformación social.
El Marco Mundial para los Servicios Climáticos (MMSC) se creó en 2009 para facilitar que la sociedad gestionase mejor los riesgos y oportunidades ligados a la variabilidad del clima y el cambio climático. A nivel europeo, el escenario de servicios climáticos consiste en la red de Centros Regionales sobre el clima, y otras actividades y programas tales como Copernicus, algunos componentes de Horizon2020, la hoja de ruta sobre la Estrategia Europea de Investigación e Innovación y la Iniciativa de Programación Conjunta “La conexión de los conocimientos climáticos para Europa” (JPI Climate).( WMO 2011, WMO2020)
El MMSC recomienda la creación de mecanismos de coordinación nacionales, liderados por los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales (pero no limitados a ellos), para asegurar la puesta en operatividad del Marco y la prestación y difusión de servicios a medida.
La arquitectura y pilares que involucran los servicios climáticos considera el fortalecimiento de la resiliencia poblacional y la obtención de información que será apropiadamente tratada y compartida, es decir un flujo incluyente y democrático que permita a los usuarios tomar decisiones a diversa escala temporal y geográfica en contextos de riesgo.
Organización y estructura nacional (OMM 2020, https://public.wmo.int/es/resources/bulletin/ejecuci%C3%B3n-del-marco-mundial-para-los-servicios-clim%C3%A1ticos-los-modelos-nacionales)
Tomando como base los modelos climáticos en el servicio climático alemán y Suizo desde la OMM y considerando las realidades locales de cada país, se propone para hacer realidad la idea de mejorar las capacidades adaptativas para conseguir una mayor resiliencia los siguientes objetivos generales:
- apoyar la toma de decisiones relativas al clima, tanto a nivel nacional como local, y con extensión a la sociedad, para minimizar los riesgos, maximizar las oportunidades y optimizar los costes en el contexto de la variabilidad del clima y el cambio climático;
- agrupar los servicios climáticos nacionales existentes;
- actuar como agentes de red y difusores del conocimiento;
- identificar tanto las necesidades aún no concretadas como las emergentes en relación con los nuevos servicios climáticos;
- crear interfaces de diálogo con las comunidades de usuarios finales con el objeto de diseñar conjuntamente procesos y desarrollar nuevas soluciones a medida; y
- establecer y mantener mecanismos para sostener la financiación a largo plazo y uso de tales servicios.
Fuente: Ejecución del Marco Mundial para los Servicios Climáticos: los modelos nacionales de Suiza y Alemania (Michiko Hama et al 2017)